30/7/13

El vino en Al Andalus (I parte)

Hoy queremos compartir con vosotros un interesante artículo acerca del consumo del vino en Al Andalus por Teresa de Castro, que sin duda contribuirá a acrecentar los conocimientos sobre la cultura del vino:

“El trabajo que ahora presentamos es una exposición sucinta de las posibilidades de uso de la historiografía de los períodos almohade y nazarí en el estudio de la alimentación, centrado en el tema de la normativa dietética religiosa y del vino… El vino ha sido siempre no sólo elemento identificativo de la alimentación musulmana, sino también símbolo de la diferenciación de esta cultura respecto a todas las demás. Las fuentes inciden, en primer lugar, en el hecho de la preocupación recurrente por el tema, especialmente, y como cabía esperar, durante el período almohade. Existe una lucha ardua y constante por evitar su consumo entre todos los grupos sociales, hecho que indica claramente que estaba no sólo muy extendido, sino también muy arraigado en esta sociedad. Efectivamente, en el ámbito mediterráneo, conformado por la cultura greco-latina, beber vino es tan antiguo como la misma civilización a la que representa, por lo que en esta zona su supresión no sería nada fácil. Ahora bien, lo que nosotros queremos destacar es que su consumo estaba muy generalizado entre el conjunto de la población y que este tema es reflejo claro de la política ideológica llevada a cabo por la cronística de estos siglos.

Vino e Ideología historiográfica


A) ¿Cuál es esta política ideológica?

Para dilucidarlo nos hemos servido de la realización de un doble análisis.
Primeramente, hemos examinado las referencias sobre el vino y hemos intentado combinarlas con las apreciaciones que se dan o deducen de bebedores/borrachos y abstemios. El resultado es que no hay una relación directa entre el que un personaje sea borracho y se tenga una valoración negativa del mismo, o que la abstención siempre vaya aparejada de positividad; con todo, un examen inverso demuestra que no se elogia a un ebrio o se habla mal de un abstinente. Un sólo caso, referido al heredero de Almanzor, Ab-cAmir MuHammad, contradice esta afirmación: «Pese a que estaba dominado por el vino (nabid) y se ahogaba en los placeres, temía a su Señor y lloraba sus faltas; amaba a los hombres santos, solicitaba sus invocaciones y daba generosa recompensa a quien le guiaba a ellos» (BAYAN.TAIF). Se trata de la excepción que confirma la regla. Es verdad que en algunas ocasiones puede inferirse una opinión positiva del vino, apoyada, pensamos, en concepciones médicas que evidencian sus cualidades como correctivo o de que un uso moderado estimula la mente, si bien también se recoge la perentoriedad de sus efectos.

En segundo lugar, nos hemos valido de un estudio semiótico de los datos proporcionados por algunos episodios. En este apartado, procedimos primero a interpretar en negativo los atributos asignados a la abstinencia.
Así, el vino es malo porque no se identifica con la virtud en general, porque no permite el control de las pasiones, ni la continencia, ni el respeto de la ley, ni la rectitud, porque no eleva el espíritu, porque elimina el temor de Dios, favorece la frivolidad, la falta de castidad y de pureza. Analizamos luego las deducciones efectuadas sobre los episodios de crítica de este producto, las cuales consintieron comprobar que, efectivamente, éste se opone a la existencia de una vida recta, a espiritualidad, a orden social y político, a seriedad, a castidad, a gobierno, a control personal. Los resultados son, pues, coincidentes: el vino es malo intrínsecamente, porque cualquier forma en que sea consumido, se produzcan o no excesos, tiene consecuencias sobre la moral, sobre su capacidad de reacción y de gobierno, sobre la respetabilidad. Si todo lo reducimos a pocas palabras, beber vino es pecado porque desobedece una prohibición religiosa, y no está permitido porque es la ruina de la persona y del gobernante.

En conclusión, todo es el resultado de un programa ideológico bien estructurado en el que la prescripción coránica es una excusa y el control de las riendas del poder el verdadero móvil. Y ello se hace, sin embargo, de una manera bastante sutil. No se insiste tanto en el incumplimiento de un mandamiento de la Ley de Dios, sino que, el consumo de vino se asocia a una serie de consideraciones negativas, a calamidades, a episodios de muerte y de crítica, a personas cuyo ejemplo de vida no es muy recomendable, mientras que la abstinencia se une a aquéllas que llevaban una existencia modélica desde el punto de vista moral o religioso; además, aparecen multitud de casos en los que muchos actos condenables tienen como origen o como compañía el vino, o los que beberlo es la ruina del que lo toma, o de otros en los que es un medio de engaño con el que se cometen malas acciones.

26/7/13

Beneficios del vino para las personas



Continuando con los beneficios del vino certificados en los estudios a los que hacíamos referencia en el post anterior, queremos pasar a ver los efectos probados en humanos.Estudios realizados “in vivo” en humanos con vino tinto han puesto de manifiesto que el vino ejerce sus supuestas actividades cardioprotectoras mediante múltiples mecanismos tales como:

- Mejorando el nivel de los lípidos contenidos en la sangre, aumentando la concentración de colesterol en las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y reduciendo la concentración de colesterol en las lipoproteínas de baja densidad (LDL).

- Disminuyendo la trombosis, al reducirse la agregación de las plaquetas o trombocitos, reduciendo la concentración en fibronógeno y aumentando la fibrinolisis.

- Reduciendo el espasmo de la arteria coronaria en respuesta al estrés correspondiente.

- Aumentando el flujo sanguíneo coronario mediante la vasodilatación correspondiente.

- Reduciendo la presión sanguínea.

- Reduciendo la concentración de insulina en el plasma, la insulina es una hormona proteica, que aumenta la síntesis de los triglicéridos derivados de la glucosa, impidiendo la degradación de los triglicéridos a glicerol y haciendo que los ácidos grasos sean los precursores del colesterol.

- Incrementando la concentración de estrógenos en el plasma. Los estrógenos son hormonas que reducen de forma muy importante la concentración de colesterol en el plasma de mujeres premenopáusicas, observándose en éstas una arterioesclerosis significativamente menor que en los hombres.

La lectura de estas propiedades del vino no deben llevar al error de considerarlo como un medicamento, como un producto farmacéutico que nos haga olvidar las nociones de gusto y placer. Tampoco debemos caer en el error de considerar el vino como una bebida sin riesgo. El vino es una bebida alcohólica que contiene etanol. Su consumo debe ser moderado, lo mismo que el de café, azúcar, mantequilla y resto de la mayoría de los alimentos. En definitiva, debemos beber poco, pero beber bien, para beber mucho tiempo.

24/7/13

El vino conquista el Parlamento español

Con el objetivo de defender la importancia cultural e histórica del vino e impulsar su consumo, varios diputados españoles han creado la Asociación Parlamentaria por la Cultura de la Viña y el Vino (APCVV), una iniciativa que ya ha despertado el interés de otros países como Portugal y Brasil, según ha podido saber Vitisphere-Ibérica.“Nos han pedido los estatutos desde Portugal y también se han interesado en Brasil”, explica su presidente, José-Cruz Pérez Lapazarán, portavoz de Agricultura del PP en el Congreso  y diputado por Navarra.

Se trata de una asociación “muy novedosa” que“ante todo pretende poner en valor la importancia del vino como elemento de nuestra cultura mediterránea”, defiende el presidente. Está integrada por diputados, senadores, europarlamentarios y ex parlamentarios españoles, y la idea es transmitir a todos ellos, independientemente del partido político que representen, el interés del vino en su más amplio sentido.

Nacida el pasado año, la APCVVha celebrado hasta la fecha tres mesas redondas para poner de manifiesto todo ese potencial, con la asistencia media de un centenar de representantes del mundo político. La próxima convocatoria tendrá lugar el próximo otoño, hacia inicios del mes de octubre, y estará centrada en los beneficios del vino en la salud. Para ello, contará con la asistencia del prestigioso cardiólogo Valentí Fuster, presidente de la Asociación Mundial de Cardiología y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

En los planes de la asociación se encuentra la inclusión de “simpatizantes”, personas ajenas al mundo político que quieran unirse, con la opción de acudir a las actividades programadas, como visitas a bodegas, abonando una “cuota simbólica” de unos 15 euros al año, la mismaque los diputados. Asimismo, está la constitución de unos premios para reconocer la labor de personalidades o entidades que favorezcan el papel del vino en la sociedad.

La idea de la APCVV surgió en marzo del pasado año por parte de Pérez Lapazarán,el diputado del PP por Toledo Francisco Vañó y el diputado del PSOE por Toledo Alejandro Alonso. La pérdida de valores del vino, la merma en superficie de viñedo y la política de ‘tolerancia cero’ “nos hizo reaccionar”, explica el presidente. “No hay que olvidar que unas 350.000 personas viven de este sector y que en los últimos 30 años se han perdido en torno a 700.000 hectáreas de viñedo”, puntualiza.

Las reuniones celebradas hasta ahora han tenido lugar en el salón ErnestLluch del Congreso de los Diputados, contando con la colaboración de la Federación Española del Vino (FEV) y el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV). En ellas han participado el cocinero Quique Dacosta (tres estrellas Michelin), el ganadero de toro bravo y productor de vino Victorino Martín, y los periodistas especializados en vino Víctor de la Serna (El Mundo) y Carlos Delgado (El País), entre otros.

En España, una agrupación parecida es la Asociación Taurina Parlamentaria, que defiende la fiesta de los toros. En el extranjero y consagradas al vino destacan la francesa ANEV, integrada por senadores y diputados; la americana Wine Caucus y el Intergrupo Vinos del Parlamento Europeo.

Noticia extraída de vitisphere

22/7/13

Vino y calidad de vida



Los componentes del vino tinto han despertado el interés del mundo sanitario y de los consumidores ante la evidencia de sus posibles efectos beneficiosos para la salud, como ya nos apuntaba Juan Cacho Palomar en su discurso de ingreso en La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de Zaragoza.

El académico, comentaba la historia de que en 1991 el gran público americano se enteró, en el transcurso del programa de televisión 60 Minutos, de que el pueblo francés tenia un riesgo de sufrir CHD mucho menor que el americano, a pesar de ingerir una dieta alta en grasas, tener niveles elevados de fumadores y otras causas de riesgo también elevadas, como el peso corporal, es decir factores de riesgo tan malos como los de USA o de los países del Norte de Europa. La confirmación de este hecho, que se conoce con el nombre de la “Paradoja francesa” quedó plenamente establecida en trabajos publicados en 1992.

La comparación de dos trabajos epidemiológicos americano y francés que relacionaban
la mortalidad y la trombosis coronarias en función de la tasa de colesterol, puso de manifiesto que había un paralelismo perfecto. Esto es a mayor contenido en colesterol mayor mortalidad y trombosis. Sin embargo entre un trabajo y otro existía una diferencia esencial.

Para cada nivel de colesterol en Francia había de un 35% a un 55% de menos de accidentes o muertes que en USA. La explicación de este hecho se dio en que en la dieta francesa figuraba el vino, fundamentalmente el vino tinto, y no en la americana y por la ingesta del alcohol y resto de componentes le prevenía la enfermedad.

Los resultados de los estudios epidemiológicos se han confirmado en el proyecto MONICA (monitoring trends of cardiovascular disease), un Proyecto de la Oficina Mundial de la Salud realizado en 20 países con la misma metodología y en otros muchos llevados a cabo posteriormente.

Así, en Dinamarca, Gronbaek y col., en dos estudios uno con 14.000 personas y otro con 33.000 han demostrado que el vino origina una reducción de cerca del 50% de la mortalidad coronaria o cardiovascular con un consumo de tres a cinco vasos por día.
También han encontrado una disminución del riesgo de cáncer.

En el estudio francés que todavía esta en curso en la ciudad de Nancy, sobre una población de 35.000 hombres los resultados son similares. Además de la protección contra las enfermedades cardiovasculares se ha encontrado un descenso en la mortalidad por cáncer. Descentro de entre un 10 y un 22% de los consumidores de 2 a 3 vasos de vino por día en relación a la población abstemia.

Los resultados de estos estudios se refieren a individuos que regularmente, diariamente, beben las cantidades de vino indicadas. No a la media de un consumo semanal o mensual.

Otros estudios que se han llevado a cabo en los últimos años abren perspectivas muy interesantes en relación al consumo moderado de vino. Ya no se habla únicamente de las enfermedades cardiovasculares sino que se habla de patologías degenerativas, demencia senil tipo Alzheimer, degeneración senil de la retina de los ancianos y por supuesto de cáncer. Enfermedades todas ellas de una gran incidencia y con tendencia a aumentar en un futuro, sobre todo las primeras a la vista del aumento de la longevidad en la población.

17/7/13

Sentido del gusto y tacto



Retomemos el momento en que el catador se lleva la copa a los labios. Es el momento de la verdad. El cerebro esta expectante para recibir las sensaciones adelantadas por los otros sentidos. Es el momento en que van a converger el universo fisiológico de los sentidos con el universo físico del vino, el momento en que el catador va a desparramar el vino entre las papilas y posteriormente tragarlo y va a comparar lo intuido con lo real. 

Va a comparar estas sensaciones con los recuerdos de vinos anteriores, investigando hasta los más mínimos detalles en cuanto a la complejidad del vino y sentirá una profunda frustración si lo real no se corresponde con lo intuido o predicho. No hay nada más desagradable que esperar una sensación en una cierta gama, como por ejemplo, la amarga en un vino tinto, y recibir otra de otra gama bien distinta, como la dulce, aunque el vino se haya elaborado así, con ese propósito.

Estas dos sensaciones corresponden como todos sabemos al cuarto sentido que interviene en esta degustación, el gusto. Las otras dos sensaciones del mismo son, la ácida y la salada.

El sentido del gusto lo percibimos en la boca por medio de los receptores gustativos que tenemos en la lengua, las papilas, que se encuentran repartidas de forma irregular. La mayor parte se hallan en la punta, en la parte posterior y en los bordes y no existen en la parte central. Hay cuatro tipos de papilas con funciones diferentes. Las foliadas, de función no específica, las fungiformes, localizadas en la punta y sensibles de forma específica a las moléculas del gusto azucarado, las caliciformes localizadas en la parte posterior y responsables del sabor amargo y también especificas, y por ultimo las filiformes, que son sobre todo táctiles.
Los gustos dulces, ácidos, salados y amargos se oponen, se modifican mutuamente
Y no se acumulan. Los cuatro gustos los encontramos en el vino y provienen, tanto de sustancias que ya se encuentran en las uvas, como de las que se generan en la fermentación.

Ahora bien, como las papilas gustativas tienen la distribución descrita, los gustos no los percibimos simultáneamente, sino de forma secuencial; además en la boca evolucionan de forma diferente.

El gusto dulce, el primero que se siente y que podríamos apreciar si introdujéramos la punta de la lengua en el vino, lo sentimos de forma instantánea, pero no es muy persistente. Desaparece al cabo de unos 10 segundos. Los gustos salados y ácidos también se perciben enseguida, pero su persistencia es algo mayor; por ultimo el amargo tarda en percibirse, pero se mantiene durante más tiempo. Esto explica el por qué las primeras impresiones que se perciben al degustar el vino sean tan distintas a las finales. Un vino que produce al principio una sensación dulce, agradable, puede rechazarse por una acidez excesiva o por un gran amargor. En el vino se habla de armonía, y en ésta es básico el equilibrio entre el dulzor y la acidez.

El dulzor de los vinos proviene de los azucares no fermentados de las uvas, del alcohol, de la glicerina y de otros productos que se encuentran en menor cantidad. El etanol, además, refuerza el sabor dulce de los azúcares acentuando las sensaciones de ligereza, cuerpo y suavidad. Esta primera impresión que se percibe se denomina ataque en el lenguaje de la cata.

El dulzor deja paso a una sensación de frescor, una sensación ácida, que es rápida en los vinos llamados cortos. A este cambio se le denomina evolución.

La acidez del vino se debe a sus ácidos orgánicos. En la uva hay tres ácidos que pasan inalterados al vino. El ácido tartárico, el mas abundante, el ácido málico cuyo contenido es muy variable, pero siempre muy bajo en los vinos que han realizado la fermentación maloláctica y el ácido cítrico también en contenido bajo. Este ácido produce la sensación de frescor; los otros ácidos son más duros y verdes.

El gusto salado, si no es muy acentuado, comunica al vino la sensación de frescor.
Su origen son las sales de los ánicos como minerales. alisis del ácidos.

En la degustación y la cata la lengua se mueve no solamente para llevar el vino a las papilas gustativas, sino también para captar las sensaciones de consistencia, fluidez y textura, que contribuyen al cuerpo del vino, y las de viscosidad y untosidad que contribuyen a la suavidad.

Todas estas sensaciones se aprecian mas cuando el vino se traga o escupe. Después de esta operación aparece una sensación nueva, una sensación final que se llama postgusto.
Dicha sensación puede sentirse cada vez que se traga el vino y es la misma independientemente del volumen ingerido o expulsado. Hasta que no se traga el vino no se pueden apreciar las cualidades totales. Esta apreciación no es instantánea, hay que esperar varios segundos desde la ingestión para que aparezca. Así pues, al tragar se termina de descubrir todo lo anticipado desde el descorche de la botella.

Según lo dicho, el vino se debe degustar a pequeños sorbos de forma espaciada. Esos primeros sorbos podrían dejar en nuestra memoria un recuerdo imborrable, un recuerdo vitalicio que sirva para evocar ese momento especial como algo singular, y que permitirá comparar, y sobre todo comentar, las singularidades del vino, pues no olvidemos que el vino no sólo hay que beberlo, sino que hay que comentarlo.

El vino hay que beberlo en compañía. “El vino, para que sepa a vino, debe beberse con un amigo”.

12/7/13

El sentido del olfato



La operación siguiente que se realiza con la copa de vino es la de olerla y esto se hace tanto sin agitar el vino, lo que se denomina a “copa parada” como después de someterla
Aun movimiento de rotación relativamente enérgico. Así pues, el sentido del olfato es el que se pone en juego en este momento. Pero antes de llevar la copa a la nariz ya se han hecho inevitables predicciones sobre su olor y al sentirlo parte de las predicciones se confirmarán, pero otras fallarán en mayor o menor medida, y entonces surge la sorpresa, una sorpresa esencial que desencadena nuevas predicciones sobre lo que sucederá en la degustación.

Se ha dicho que esta aproximación al vino es semejante a la disposición para escuchar música. Es esencial un ligero desequilibrio entre lo predecible y lo imprevisible.
Ante una melodía demasiado tonal y redundante el cerebro se aburre y al quedarse sin función relevante que cumplir se ofende, se desinteresa. Por el contrario si la predicción es imposible el cerebro se frustra, se pone en guardia como le puede pasar a un melómano con la música dodecafónica. En el primer caso el catador acometerá las siguientes operaciones de degustación simplemente como una obligación y en el segundo con cierta prevención hacia lo que pueda sentir.

El aroma, posiblemente sea la cualidad del vino que más contribuya a su disfrute.

9/7/13

El sentido de la vista



Al verter el vino en la copa, y solapándose con las sensaciones del oído, el sentido de la vista entra en acción, despertando en el cerebro una serie de sensaciones que lo van a marcar y predisponer para cualquier juicio posterior. Con este sentido se establece y califica el aspecto del vino, englobando en esta palabra sus características físicas y cromáticas. Hemos visto en restaurantes, películas y reportajes de TV, y por supuesto en bodegas, cómo los buenos aficionados y catadores observan el comportamiento del vino en la copa, bien en reposo, bien tras un movimiento de rotación, o inclinando la copa, haciendo que la luz incida en su superficie o a través de su masa. Con estas operaciones se predicen una buena parte de las características del vino ya que, además, la vista tiene incidencia en el resto de los sentidos.







Hay un paralelismo entre las operaciones de cata y las de laboratorio. El arte de catar es el arte de observar, y en esta Facultad de Ciencias enseñamos que la observación es una necesidad para un científico. El ojo, por tanto, es un arma fundamental para el catador. Dirige la mirada a la copa, la aproxima, la aleja, juega con la luz. La vista, a pesar de que puede engañarse, funciona normalmente como un sentido instantáneo, real, cuya impresión no se modifica con el tiempo. Esto la diferencia de los sentidos del olfato y del gusto, cuyas impresiones son evolutivas, fugaces y con frecuencia inciertas y confusas. La observación debe ser rigurosa y crítica para descubrir la mínima impresión visual. El catador es influenciable y la apariencia condicionará una buena parte de sus juicios posteriores; de ahí que sea fundamental apreciar los pequeños detalles que ayuden a confirmar la apariencia, que sabemos que es engañosa.







La inversión que hacen las bodegas en la presentación de los vinos es una buena prueba de la influencia que tiene en el consumidor esa primera impresión. La forma de las botellas, su peso, color y tamaño, y sobre todo cómo está vestida, es decir cómo son sus etiquetas, contraetiquetas y cápsulas, predisponen a ser indulgentes o no con el contenido. Lo mismo puede decirse en relación a las copas y a la iluminación. En la presentación de un vino nunca se sirve en vasos de cristal grueso, sino en copas de cristal fino y en lugares bien iluminados.







El vino se mira y se observa como se mira a una persona que van a presentarnos. Se le mira el rostro, y antes de que empiece a hablar ya nos hemos imaginado su voz, y hemos analizado y deducido datos sobre su edad, actividad, etc.




8/7/13

Asociaciones del vino

El apasionante mundo del vino no se reduce solo a los productores y bodegueros. Muy al contrario, en torno al mismo se han creado muy diferentes asociaciones que fijan entre sus objetivos no solamente el cuidado del vino sino una defensa de este alimento. Vamos a dar un repaso a las páginas más vistas y por ello las que están situadas en los primeros lugares de los buscadores.

Texto: Antonio Egido para la prensa del rioja

En el primer lugar se encuentra, como corresponde, un directorio de dichas asociaciones en la dirección ‘directoriodelvino.com’ donde podemos encontrar no sé si todas, pero sí una gran mayoría de ellas, como las que inmediatamente ocupan el ranking de las mejor posicionadas y, en principio, de las más visitadas.

Así nos encontramos con la Federación Española del Vino -‘fev.es/v_portal’-  que se define como “la organización privada más representativa que agrupa al sector bodeguero español, tanto a elaboradores como a comercializadores de todo tipo de productos vitivinícolas.

Entre éstos últimos se incluyen los vinos tranquilos de mesa y los acogidos a una indicación geográfica o a una denominación de origen, vinos aromatizados, vinos espumosos, vinos de licor, mostos, mistelas y vinagres.

Y que tiene los siguientes objetivos: “además de la defensa de la imagen del producto el vino - como alimento básico de la Dieta Mediterránea diferenciado de otras bebidas- se centra en la búsqueda del mejor entorno posible para que las empresas vitivinícolas desarrollen su actividad lo que redundará en tener un sector más competitivo, en una situación del entorno de fuerte competencia mundial”.

5/7/13

Los 5 sentidos del vino. I parte



Queremos rescatar para todos los amantes del vino el discurso de ingreso en La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de Zaragoza D. Juan Cacho Palomar, sobre el vino, su composición y nuestros sentidos. No tiene desperdicio.

En la degustación de un vino intervienen los cinco sentidos, y lo hacen por este orden: oído, vista, olfato, gusto y tacto. Puede sorprender que se citen los cinco y más aún que el primero de ellos sea el oído, aunque como veremos a continuación, éste tiene su razón de ser.

El sentido del oído

Si consideramos los vinos embotellados, lo primero que se hace para degustarlos es descorcharlos. En esta operación, y en los vinos tranquilos, conforme el corcho va saliendo de la botella va generando un vacío, una disminución de presión en el interior de la botella en relación con la presión externa. La diferencia de presión de ambos ambientes se iguala súbitamente cuando el corcho termina de salir, originando un ruido característico que identificamos inequívocamente con el vino. Cuando el corcho tapona incorrectamente la botella, por defecto o por envejecimiento, la diferencia de presión que se origina es mínima, lo que provoca que no se origine ruido. Esto alerta al degustador y lo pone en guardia ante la muy probable degeneración del vino.

La falta de ruido en el descorche y sus consecuencias son mucho más acusadas en los vinos espumosos como el champán y cava. Aunque en este caso el origen del ruido sea debido a la sobrepresión del CO2, su falta indica que ha perdido sus cualidades.

El vino de la botella, la jarra o la barrica, se vierte en la copa y al caer origina un sonido líquido especial. Sonido muy diferente al que hacen el agua o el aceite por su distinta viscosidad. Aún sin observar esta operación, la ausencia de ese sonido cantarín, tan característico, indica al degustador la falta de fluidez y la mala elaboración o defectos del vino. Ese aumento de viscosidad normalmente se debe a la presencia de polisacáridos generados por bacterias lácticas, y a estos vinos se les denomina ahilados, por el aspecto de hilo que forma una gota cuando cae hasta la copa.

3/7/13

Vinos naturales frescos del sur de España

Fantástico reportaje de nuestros amigos de aperitif. Si quereis ver el artículo original, pincha aquí 
 
Cualquiera que haya estado en el sur de España sabe las altas temperaturas que se pueden llegar a alcanzar, incluída la zona de las montañas cerca de Ronda, donde encuentra Friedrich Schatz.
En este área se producen vinos de sofisticación, profundidad y frescura, no menos importante, debido a la altitud (600 m) que crea el enfriamiento necesario y el resto de las uvas en la noche. Lo que se requiere de un equilibrio entre el ácido y el azúcar en las uvas.

Impresionante petit verdotLa agricultura biodinámica y un enfoque muy natural en el sótano sin el uso de ayudas también ayuda a crear las uvas sanas y vinos.Mejor vino Schatz ', T Schatz Petit Verdot 2007 309,90 EUR (4007 - Selección personalizada), demostrando al máximo.
Un vino con cuerpo, con deliciosa acidez e impresionante fruto bueno y una buena resistencia. Pocas veces he probado petit verdot tan acogedor como aquí. Mientras que la lucha por ser maduro, y por lo tanto a menudo contribuye aromas de verde, en su "patria" Bordeaux, alcanza la madurez perfecta aquí.

 
German InspiredMuy fresco, aunque en una fundición diferente, el Schatz A Finca Sanguijuela 2007 279.90 £ (4015 - Selección personalizada). Una vez más, la selección de uva francesa inspiró con una lámpara español. Un vino rápido y suelos caracterizados que necesitan alimentos, como la carne a la parrilla jugosa o muy salvaje.
 
Vino más especial Schatz 'cuando se trata de la uva es H Schatz Acinipo 2003 249.90 £ (4017 - Selección personalizada). En realidad, está hecho de Lemberger, también conocido como Blaufränkisch (Austria) y Kékfrankos (Hungría).
La razón de esta uva germannisk ha alejado en las montañas de Andalucía es que Schatz originario de Württemberg en el sur de Alemania.
Este ajuste perfecto vino delicioso, sin embargo, a una especialidad española, el cochinillo asado. Pero asado o cordero a la brasa, lamentablemente, también es muy bueno.

1/7/13

Los compradores de vino por Internet beben y gastan más



Los compradores de vino por Internet consumen con mayor frecuencia y gastan hasta 14 euros más botella, según ha desvelado el estudio 'Los compradores de vino 'online'', realizado por Vente-privee, Web de ventas 'flash' por Internet.

   El cofundador de la compañía, Xavier Court, presentó la pasada semana el estudio en el marco del Salón Vinexpo, que se celebró en Burdeos, donde ha presentado junto a Emmanuel Imbert, experto en vino de la Web de ventas 'flash', las conclusiones del estudio.

   Emmanuel Imbert destacó que "los hábitos de compra de vino se invierten en Internet". "El precio o los galardones no son los criterios principales, el comprador 'online' busca un enfoque más global del producto y busca la calidad más que la cantidad", señaló.

   El estudio refleja que los compradores de vino por Internet son más gourmets, ya que consumen con mayor frecuencia y gastan más y revela que tres de cada cuatro beben vino al menos una o dos veces por semana.

   El vino tinto es el más apreciado por los europeos, pero lo es aún más por los compradores 'online' (62%), que gastan de media hasta 14 euros más que los compradores exclusivos 'offline' y hasta 9 euros más para ofrecer a sus invitados o para hacer un regalo.

   Por otro lado, los compradores 'online' prefieren los caldos franceses, italianos y españoles, debido a que tienen consideran que tienen una mejor imagen, aunque demuestran tener más curiosidad por los vinos internacionales.

   El comprador de vino por Internet tiene un perfil más masculino en comparación con los exclusivamente 'offline' aunque se ha apreciado en los últimos análisis, que la mujer está aumentando su presencia en las compras. 

Noticia extraída de Europa Press