15/10/13

RECOMENDACIONES WWF



WWF España, organización mundial para la conservación de la naturaleza, es una de las principales ONG dedicadas a la protección del medio ambiente. Entre sus objetivos destaca la preservación de los ecosistemas y su biodiversidad, así como el fomento de actividades económicas respetuosas con el entorno natural donde se realizan. Por ello, WWF España apuesta por las buenas prácticas agrícolas, muchas de ellas incluidas en la producción ecológica, con el fin de preservar los recursos naturales.



El viñedo es uno de los cultivos característicos del Mediterráneo. España alberga miles de hectáreas y zonas de interés, cada una con características especiales. Todos estos viñedos tienen en común su dependencia de un medio ambiente sano: sin un suelo fértil, sin un clima estable o sin la fauna que controla de manera natural las plagas en los cultivos, no tendrá futuro su actividad. Para conjugar la vertiente productiva, enfocada a la calidad más que a la cantidad, y con el debido respeto al medio ambiente, son necesarias una serie de prácticas agrícolas al alcance de cualquier viticultor.



En los siguientes posts se recogen las recomendaciones de WWF relacionadas con la producción ecológica:



VIÑEDO Y MEDIO AMBIENTE, UNA RELACIÓN NECESARIA



Es posible apoyar la economía local y tener un gesto con el medio ambiente con algo tan habitual como descorchar una botella de vino. Pero sólo si ese vino se ha producido con uva que sigue buenas prácticas agrícolas, como las contempladas en la normativa de producción ecológica, y tapón FSC, la única certificación forestal que asegura una gestión de los alcornocales ambiental y socialmente responsable.



El futuro de espacios emblemáticos como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel también depende de la forma en la que se gestionan los viñedos. El arranque de los viñedos de secano y la transformación masiva a regadío de extensas áreas de vid, en muchos casos con la consiguiente sobreexplotación de los recursos hídricos disponibles, lleva a la desertificación de tierras fértiles y a la sobreexplotación de cursos de agua, y afecta tanto a la cantidad como a la calidad de este valioso recurso. Como muestra valga el dato de que para producir una copa de vino se requieren 120 litros de agua.



Un manejo adecuado de los viñedos permite desarrollar su potencial para actuar como corredores ecológicos, ofreciendo refugio y alimento a la biodiversidad amenazada por la fragmentación del territorio o el cambio climático. Mientras, otra biodiversidad se encuentra en peligro: la de variedades autóctonas de viña, muchas de ellas prácticamente en desaparición al ser sustituidas por variedades foráneas, peor adaptadas al medio.



Potenciar estos valores adicionales del viñedo depende de la labor de aquellos viticultores que apuestan por la producción extensiva, de calidad frente a cantidad, adecuada a las condiciones de suelo y al clima de cada región y que desarrollan buenas prácticas agrícolas, ampliamente recogidas por la viticultura ecológica. Sólo apostando por proteger la fertilidad del suelo, la calidad del agua o los servicios que gratuitamente nos ofrece la biodiversidad, como el control natural de plagas, se asegurará el futuro de

la actividad agrícola en su conjunto, y en concreto el de la viticultura, objeto del presente manual.



Si a esto le unimos el necesario compromiso de las bodegas por el uso sostenible de los recursos, como la energía o el agua, y su apuesta por el empleo de corcho FSC se completa una alianza única entre cultivos y paisajes mediterráneos, ofreciendo productos únicos desde el punto de vista ambiental.



WWF, en su compromiso por el medio ambiente, seguirá promoviendo la adopción de estas buenas prácticas, del campo a la mesa, trabajando por un futuro sostenible del medio rural.

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